29 de diciembre de 2010

Cuando la exposición de las obras
de Auguste Rodin visitó la ciudad
de Valencia, no pude pasar de largo,
estaban frente al Ayuntamiento y me
parecía un lujo tenerlas tan cerca.






Siempre me han impresionado las
obras de este escultor francés de
finales del siglo XIX, por dotar su
trabajo de tanta fuerza psicológica,
reconociendo la belleza del arte
en el estado interior del hombre y
distorcionar sutilmente la anatomía
al representarlo, para lograr este fin.

2 comentarios:

  1. Muchas veces vamos por la ciudad sin saber que quizás una esquina más allá se están exponiendo obras de nueva creación. Obras como estas que se colocan en sitios de nuestras ciudades deberían todas tener mucha más propaganda, no debemos perder la posibilidad verlas, porque vienen a modificar el espacio urbano y a querernos cambiar la visión cotidiana que tenemos de él. El arte hoy en día se fabrica en su mayoría es para un cliente desconocido y eso exige del artista que tenga la valentía como para colocar su obra en el punto de mira de todos nosotros que somos los espectadores.
    La escultura del pensador, como se conoce esta obra, es de las que estamos acostumbrados a ver en miles de réplicas en los hogares y desde niños las hemos apreciado,es precisamente eso lo que hace que corra el riesgo de que el hecho de haberla visto tantas veces provoque que no nos detengamos una al menos en la vida a observarla detenidamente.

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  2. No sé si lo conoces, pero te recomiendo el Museo Rodin de París. Es impresionante. A mí también me gusta muchísimo este escultor.

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